jueves, 29 de marzo de 2018

Malak


-¡Deprisa! ¡Levántate!
Aquella voz, levantó a Malak. Sin saber qué hora era. Sin saber qué estaba sucediendo. Su madre la cogió, y ocultando su miedo, la colocó junto a sus hermanas en el salón de su renovada casa.
-¿Qué ocurre mamá?
No ocurre nada, Malak. Mira, vamos a hacer un juego. Vamos a hacer como si hubiera un fuego en el bloque. ¿Te acuerdas lo que tenías que hacer, verdad?
Malak no sabía qué decir. Cansada y aturdida solo quería volver a dormir.
Pero el humo comenzaba a entrar.
Malak era cogida por su madre, mientras veía que sus hermanas eran llevadas por su padre. En la oscuridad y con el humo entrando en sus pulmones, comenzaron a bajar por unas estrechas escaleras.
-¿Dónde está Malak? –preguntó Paula a su mamá mientras la fila del colegio avanzaba.
Mientras entraba a clase, observó el hueco vacío que dejó su amiga Malak y el sol brilló en Londres con la misma fuerza que lo hizo el fuego en la noche anterior.

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